Habitantes de la Avenida El Retorno, del residencial barrio El Laguito, manifiestan estar molestos desde mediados de la semana pasada, por la falta de medidas de prevención y seguridad en la construcción del Edificio Torres del Lago.
Roberto Dávila, uno de los residentes, dice que en el Edificio Laura donde vive, debe mantener cerradas las ventanas de su apartamento para evitar que partículas de icopor traídas por el aire, insucien su domicilio.
EL EDIFICIO Torres del Lago, en construcción, y sus alrededores, fueron ensuciados con grandes cantidades de material residual.
LOS TRABAJOS en la obra se han hecho sin las debidas medidas de prevención, dicen los vecinos.
EN LAS AGUAS del laguito se depositaba parte del icopor que caía desde el edificio en construcción.
CORTESÍA: ROBERTO DÁVILA ,
EN LA MADRUGADA del sábado, en la Avenida El Retorno, un automóvil se estrelló contra una palmera por esquivar una pieza grande de icopor.
La situación es común a todos los ocupantes de los edificios de apartamentos cercanos a la referida construcción, y se genera porque los obreros de la construcción pasaron a trabajar en los pisos superiores, cortando y raspando grandes piezas de icopor que van adhiriendo a la edificación, y con la fuerza de los vientos, partículas y fragmentos de diverso tamaño de este material invaden el ambiente, contaminándolo y ensuciando los rincones de los edificios vecinos.
Por cuenta de lo anterior, una situación peligrosa se registró la madrugada del sábado, cuando siendo aproximadamente las 4:30 de la mañana, el conductor de un automóvil blanco, terminó montado en el andén y estrellado contra una palmera en su afán por evitar lo que el creyó, era un enorme piedra que caía de la edificación.
Semejante susto lo ocasionó una pieza grande de icopor forrada en plástico negro, que el conductor vio cuando caía desde las alturas, y para evitar la que imaginó era una masa pesada, giró hacia derecha y se estrelló contra una palmera.
Gracias a que a esa hora de la mañana el flujo de vehículos era muy poco en esa vía, el accidente no fue peor, pero la pregunta que se hacían los testigos que presenciaron el hecho, es quién le respondería al ocupante del carro, por los daños causados. “Y el muchacho no estaba borracho, como para que no vayan a decir que era porque estaba embriagado”, dijo otra persona.
Adicionalmente, fragmentos de icopor de la misma obra, se han ido depositando en las aguas del laguito, acumulándose en la orilla, lo que representa contaminación, ya no sólo del aire, también del cuerpo de agua.
Roberto Dávila, una de las personas afectadas por el hecho, dice no entender cómo el ingeniero del proyecto permite este tipo de intervenciones sin las medidas para proteger en el entorno urbano. “Debieron poner una especie de malla adherida a las estructuras de la obra para evitar que todo ese material nos afectara a todos”.
Al parecer, la parte del trabajo con el icopor ya fue terminada, “pero el daño se hizo”, dijo el residente. Este diario intentó comunicarse con los constructores pero no fue posible.
Roberto Dávila, uno de los residentes, dice que en el Edificio Laura donde vive, debe mantener cerradas las ventanas de su apartamento para evitar que partículas de icopor traídas por el aire, insucien su domicilio.
EL EDIFICIO Torres del Lago, en construcción, y sus alrededores, fueron ensuciados con grandes cantidades de material residual.
LOS TRABAJOS en la obra se han hecho sin las debidas medidas de prevención, dicen los vecinos.
EN LAS AGUAS del laguito se depositaba parte del icopor que caía desde el edificio en construcción.
CORTESÍA: ROBERTO DÁVILA ,
EN LA MADRUGADA del sábado, en la Avenida El Retorno, un automóvil se estrelló contra una palmera por esquivar una pieza grande de icopor.
La situación es común a todos los ocupantes de los edificios de apartamentos cercanos a la referida construcción, y se genera porque los obreros de la construcción pasaron a trabajar en los pisos superiores, cortando y raspando grandes piezas de icopor que van adhiriendo a la edificación, y con la fuerza de los vientos, partículas y fragmentos de diverso tamaño de este material invaden el ambiente, contaminándolo y ensuciando los rincones de los edificios vecinos.
Por cuenta de lo anterior, una situación peligrosa se registró la madrugada del sábado, cuando siendo aproximadamente las 4:30 de la mañana, el conductor de un automóvil blanco, terminó montado en el andén y estrellado contra una palmera en su afán por evitar lo que el creyó, era un enorme piedra que caía de la edificación.
Semejante susto lo ocasionó una pieza grande de icopor forrada en plástico negro, que el conductor vio cuando caía desde las alturas, y para evitar la que imaginó era una masa pesada, giró hacia derecha y se estrelló contra una palmera.
Gracias a que a esa hora de la mañana el flujo de vehículos era muy poco en esa vía, el accidente no fue peor, pero la pregunta que se hacían los testigos que presenciaron el hecho, es quién le respondería al ocupante del carro, por los daños causados. “Y el muchacho no estaba borracho, como para que no vayan a decir que era porque estaba embriagado”, dijo otra persona.
Adicionalmente, fragmentos de icopor de la misma obra, se han ido depositando en las aguas del laguito, acumulándose en la orilla, lo que representa contaminación, ya no sólo del aire, también del cuerpo de agua.
Roberto Dávila, una de las personas afectadas por el hecho, dice no entender cómo el ingeniero del proyecto permite este tipo de intervenciones sin las medidas para proteger en el entorno urbano. “Debieron poner una especie de malla adherida a las estructuras de la obra para evitar que todo ese material nos afectara a todos”.
Al parecer, la parte del trabajo con el icopor ya fue terminada, “pero el daño se hizo”, dijo el residente. Este diario intentó comunicarse con los constructores pero no fue posible.
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PRECIOSA
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